Tener objetivos

“Llena el papel con cada latido de tu corazón”

William Wordsworth

Los principios de cada año, o la vuelta de las vacaciones de verano solemos vivirlos como inicios de nuevos ciclos.

Es entonces cuando muchos de nosotros nos planteamos  nuevos objetivos para ese ciclo que empieza, como por ejemplo:

1. Ir al gimnasio

2. Aprender inglés

3. Hacer más deporte

4. Ser más tolerante.

5. Sacarnos el carnet de conducir.

6. Pasar más tiempo con la pareja o con los hijos.

7. Tomar menos dulces

8. Acabar aquello que hace tiempo dejé a medias...

Multitud de objetivos planteados después de unos días de fiesta, fuera de la rutina y el ritmo diario, con ilusión y convencimiento; pero que muchas veces,  tras la vuelta a la rutina, poco a poco son ahogados por nuestro incesante día a día.

¿Os ha pasado a vosotros también?

Tener objetivos, tener propósitos que alcanzar es algo bueno y necesario en la vida. Los objetivos nos ayudan a crecer y a superarnos.

Así pues, si los objetivos son algo tan bueno,   ¿Qué  podemos hacer para alcanzarlos?,

¿Cómo es que algunas personas son capaces de luchar por ellos, perseguirlos y finalmente conseguirlos y otras muchas no?

¿Qué hacen diferente a los demás?

“La sabiduría suprema es tener sueños lo bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”

WILLIAM FAULKNER

Todos conocemos algún ejemplo cercano. Recuerdo el de unos amigos que se apuntaron  a una travesía de 100 km. Para hacer frente a un reto de este calibre durante meses se entrenaron. Cuidaron su forma física, su alimentación y su equipo. Pero el día de la travesía,  a la mitad del recorrido, les aparecieron llagas en los pies. Incluso así fueron capaces de recorrer más de 50 kms. con los pies llagados y acabar. Otro caso  que lo ejemplariza, es el caso de Lou Holtz. Joven norteamericano que a mediados de la década de los sesenta se encontró en una situación crítica: con  28 años, acababa de perder su empleo, no tenía un céntimo y su mujer estaba embarazada de ocho meses.

En lugar de venirse abajo y lamentar su mala suerte, se sentó a la mesa del comedor para redactar una lista con sus deseos más desmesurados e improbables. Ni corto ni perezoso, llegó a anotar 107 metas tan ambiciosas como cenar en la Casa Blanca, conocer al Papa, ser el entrenador de su equipo favorito de fútbol americano, aparecer en el magacín televisivo The tonight show…

Tras completar una lista que parecía un catálogo de locuras, Lou Holtz pasó a la siguiente fase y se propuso lo siguiente:

“Una vez has escrito todo lo que quieres conseguir en la vida, asegúrate de que cada día haces algo concreto para cumplir al menos uno de esos sueños”.

Por asombroso que parezca, los cuatro propósitos “casi imposibles” que he enumerado los llegó a cumplir, junto con muchos más. Alcanzó su sueño gracias a un hecho evidente y, al mismo tiempo, obviado:

muchas cosas nunca llegan a suceder porque nadie se atreve a intentarlas.

Pero ¿qué tenemos que hacer para alcanzarlos?

Vamos a ver algunas reglas que nos ayudarán a alcanzar los nuestros:

“Si no sabes dónde vas, ¿cómo sabrás que has llegado?”

1.-Expresa los propósitos  en positivo. Habla siempre de lo que SÍ quieres en lugar de lo que no quieres.

Vamos a ver unos ejemplos: “Quiero tener una vida sana” o “no quiero seguir fumando”; “Quiero adelgazar” o “no quiero engordar más”.

Parecen iguales pero no lo son. ¿Ves la diferencia?

Cuándo decimos:

“Quiero tener una vida sana” o “Quiero adelgazar” estamos hablando de lo que SÍ  queremos para nuestras vidas.

Cuando decimos “”No quiero fumar más” o “No quiero engordar más” hablamos de lo que NO queremos para nuestras vidas.

Recuerda: formula siempre lo que quieres!

2.- Descubre la razón por la que lo quieres. Sin una razón, sin motivación nunca alcanzarás tu objetivo.

Pregúntate: ¿Para qué lo quieres? o ¿qué conseguirás con ello? La respuesta a esta pregunta es crucial pues nos hablará de lo que se esconde detrás de alcanzar ese objetivo, de  la motivación, de lo que nos mueve para conseguirlo. Su respuesta puede incluso hacernos cambiar el objetivo.

Te propongo que revises tus propósitos: ¿Están formulados en positivo? ¿Para qué los quieres conseguir?

Seguiremos en el próximo post con este interesante tema…….

Mientras tanto os dejo con una reflexión:

“Nada es imposible, ni siquiera posible sin tu decisión”

Zig Ziglar