¿Fracaso o aprendizaje?
- Jordi Salat
- Jun 13, 2023
- 3 min read

Si intentamos hacer algo podemos fallar, pero si no lo intentamos, nunca podremos hacerlo
Michael Jordan
Sirva esta conocida frase del gran jugador de básquet de la NBA para introducir el tema que quiero comentaros en este post: cómo gestionamos no conseguir lo que queremos…..el llamado miedo al fracaso.
El miedo al fracaso, es uno de los principales obstáculos en nuestro camino hacia nuestro propio desarrollo y al éxito y la felicidad en la vida y se basa en el significado que nosotros le damos al fracaso y en lo que hemos aprendido al respecto.
Pero, ¿qué es fracasar?
El diccionario define fracaso, como “el resultado adverso, en una cosa que se esperaba que saliera bien” o como una frustración, desilusión o decepción.
Tener un resultado adverso o no conseguir lo que queremos es antes o después inevitable.
Veamos como funcionamos:
Muchas veces hacemos cosas, empezamos proyectos esperando obtener un resultado. Un resultado que para nosotros es el correcto (el que está bien siempre desde nuestra personal interpretación de las cosas) , pero muchas veces el resultado final es diferente y, al no coincidir con el que esperábamos, no nos gusta y que, por lo tanto, consideramos que está mal. Esa interpretación genera en nosotros emociones que nos incomodan y nos hacen sentirnos mal.
En realidad el problema no está en el fracaso en sí. El fracaso es sólo un resultado que nos indica que el camino que elegimos no es el más adecuado. Que es necesario buscar otra opción.
Tampoco está relacionado directamente con la situación que enfrentamos, ni con su importancia o dificultad.
¿A qué se debe entonces?
En realidad el problema está en como vivimos nosotros ese resultado en lo que significa para cada uno de nosotros y en cómo nos afecta y en la manera en cómo nos evaluamos a través de él.
Pero no siempre ha sido así, en una etapa de nuestras vidas vivimos eso de otra manera. Sólo hay que fijarse en un niño pequeño cuando aprende a caminar, lo intenta se cae….se levanta y lo vuelve a intentar. No vive cada caída como un fracaso.
¿Qué pasaría si un niño después de caer la primera vez decidiera no volver a intentarlo porque ha fracasado?
Incluso si los adultos u otros niños mayores que les rodean se ríen, piensan que se están riendo con ellos y no de ellos y no les afecta.
Claro que cuando a un niño algo importante le sale mal, lloran o se enojan momentáneamente, pero pocos minutos después se olvidan y se dedican a intentarlo nuevamente o buscan otra actividad, sin que su mal humor dure mucho tiempo y “su fracaso”, no les impide que lo intenten, nuevamente, más adelante.
Aunque pueda parecernos que los problemas y fracasos de los niños no son comparables con los de los adultos, no es así.
Para ellos, para su edad, su capacidad y los pocos recursos con que cuentan para resolver dichas situaciones, las dificultades a las que se enfrentan, son tan difíciles y dolorosas como las nuestras o más.
Pero, poco a poco, al ir entrando en la edad adulta nuestra percepción del fracaso va cambiando.
Precisamente una de las principales razones por las que nos da miedo el fracaso, es que, asociamos el fracaso con nuestra persona, por lo que cada vez que fallamos en algo, nos decimos a nosotros mismos: “fracasé, por lo tanto, soy un fracasado”.
Este tipo de pensamientos bajan nuestra autoestima, y provocan que creemos que vamos a ser criticados y rechazados por los demás debido a nuestro "fracaso".
Así se incrementan nuestras emociones negativas (culpa, enojo, tristeza, etc.) por lo que, para evitarlas, en un futuro trataremos de evitar cualquier otra situación nueva, que no dominemos en la que tengamos que ponernos a prueba, porque podríamos sentir esas emociones negativas…..y eso nos impide avanzar.
Reflexiona las siguientes preguntas:
¿Qué significa, para ti, fracasar?
¿Crees que es algo que forma parte de la vida?
¿Es una forma de aprender y de crecer?
¿Es una muestra de tu incapacidad?
Conocida es la anécdota de Thomas Alba Edison, que fracasó 2.000 veces antes de conseguir un filamento suficientemente resistente al calor que permitiera funcionar las bombillas incandescentes.
En una entrevista un reportero le preguntó, cómo después de 1.000 intentos fracasados no lo había dejado.
A lo que Edison contestó que él no consideraba que hubiera fracasado 1.000 veces, sino que había descubierto 1.000 maneras diferentes de no hacer una bombilla.
“Lo que significa, comentó, que me encuentro 1.000 pasos más cerca de descubrir cómo hacerlo funcionar”.
En esa época los científicos más importantes, escribían artículos en donde opinaban que Edison perdía su tiempo.
Pero Edison ignoró todas las críticas y continuó. Se escuchó a sí mismo y no a los demás.
¿Te imaginas cómo sería el mundo, si ante cualquier error o crítica, todos los inventores y científicos hubieran dejado sus proyectos sin terminar?
Y una reflexión para terminar:
El fracaso es parte esencial del éxito.
Cada fracaso es una oportunidad para aprender y mejorar.
Comments